Medicina estética




Dice Doris Lessin, nobel literatura del 2007, que se han de romper los caparazones de las ideologias y me ha hecho pensar, al igual que mi hija que quizás nunca tenga un nobel pero a su corta edad tiene la cabeza muy bien amueblada.

Siempre he sido del parecer, aunq1ue no lo haya confesado abiertamente, que quién se interviene de cirugia estética, tiene un problema de personalidad débil. Uno debe aceptarse a si mismo, quererse tal como es. Pienso que me equivocaba.

Una persona muy querida y cercana a mí, se empecinó en aumentar sus mamas. Intenté convencerla de su "error", diciendole que aumentara su autoestima y no las glandulas mamarias. Al no poder debilidar su deseo, le sugerí que se pusiera en manos de un buen médico y una clinica con garantias.

Durante la espera de la intervención, le dije a mi hija ¿Por qué tiene que operarse? Y ella respondió ¿Por qué no?. Me hizo reflexionar.

Queremos mejorar a nivel intelectual, emocional, económico, y todos los esfuerzos se valoran por la sociedad como positivos. También tenemos un cuerpo, ¿Por qué no mejorarlo?

He llegado a la conclusión que las cargas judeocristianas siguen haciendo mella en nuestras creencias a pesar de que muchos nos consideremos agnósticos. El cuerpo es pecado y el alma pura. PUES NO, tenemos un cuerpo para cuidarlo, disfrutarlo y conservarlo hasta el final de nuestros días.

¿El alma? Quizás no exista.

"Mens sana in corpore sano" Y si alguién quiere mejorar su nariz o sus mamas. ¿POR QUÉ NO?